Este decálogo no es mio, sorprendentemente es parte de una resolución
judicial, concretamente de un Auto de 22 de junio del Juzgado de Familia de
Gijón, pero me parece bueno y sobre todo aborda problemas que a veces no
parecen de niños pero que si lo pensamos, trasladamos a nuestros hijos, CREO
QUE MERECE LA PENA LEERLO:
1. Nunca desacredite a su ex-cónyuge delante de sus hijos, ya que ellos se
sienten «parte de su mamá» y «parte de su papá», con lo que la crítica puede
dañar su autoestima.
2. No utilice a sus hijos como mensajeros entre usted y su ex-cónyuge.
Cuanto menos se sientan ellos parte de la pelea entre sus padres, mejor
entenderán la situación.
3. Tranquilice a sus hijos haciéndoles entender que ellos no tuvieron
ninguna responsabilidad en la separación. Muchos de ellos asumen como
propias las causas de la ruptura.
4. Anime a sus hijos a que vean con frecuencia a su ex-cónyuge. Haga todo lo
posible por estimular las visitas.
5. En cada paso de su divorcio o separación, recuérdese a si mismo que sus
propios intereses no son los de sus hijos, por los que no debe incluirlos en
ninguna negociación.
6. Sus hijos pueden ser estimulados a actuar como su «corresponsal» en la
casa de su ex-cónyuge. Trate de no pedirles que le cuenten nada que no sea
del interés de ellos. Deje a sus niños ser niños.
7. Si usted siente que no puede asumir el trance de la separación con calma
y responsabilidad, pida asesoramiento terapéutico urgente. Sus problemas
pueden trasladarse a sus hijos, complicándoles aún más el poder enfrentar
con éxito la situación.
8. Cumpla con sus obligaciones económicas, «alimentos» de su hijo, en forma
mensual y sin interrupciones. Sepa que de no hacerlo, el perjudicado será su
hijo, que además de tener que enfrentar una situación familiar compleja,
deberá soportar faltas materiales, lo cual puede tener un efecto permanente
por el resto de su vida.
9. Si usted es un padre/ madre responsable, y no está recibiendo los
«alimentos» por parte del que tiene obligación, no traslade su enojo a sus
hijos. Esto alimenta en ellos el sentimiento de abandono, y los pone en
situaciones muy difíciles.
10. Dentro de lo posible, no efectúe demasiados cambios en la vida de sus
hijos. Si además de soportar la separación deben cambiar de residencia y de
escuela, tardarán mucho más en superar el trauma del divorcio de sus
padres.